Los equipos auxiliares son dispositivos que se utilizan para:
El equipo auxiliar, igual que las lámparas deben ser seleccionados en función de parámetros de tensión, tipo y potencia de la lámpara.
Las lámparas incandescentes y halógenas no necesitan equipo auxiliar porque la intensidad que las atraviesa y la tensión de red son proporcionales.
Las únicas lámparas que requieren un equipo auxiliar son las lámparas halógenas de baja tensión. Utilizan un transformador debido a que la tensión de funcionamiento es distinta a la suministrada por la red.
En cambio todas las lámparas de descarga necesitan equipos auxiliares ya sea para el arranque, funcionamiento o control. Sin estos equipos las lámparas no funcionan. Además determinan las características de las lámparas en cuanto a calidad de reproducción de la luz.
Los balastos o reactancias son los elementos esenciales en las instalaciones de alumbrado donde se utilizan lámparas de descarga. Se combinan con las lámparas
para limitar la corriente de funcionamiento. Además, en algunas ocasiones también suministran la tensión y corriente a la lámpara.
Las reactancias más utilizadas son las inductivas y las inductivas-capactivas que proporcionan un buen rendimiento y funcionamiento de la lámpara.
Las funciones de un balasto son:
Las características de las reactancias deben ser acordes con las distintas potencias de las lámparas y con la tensión de la línea. Por este motivo existen reactancias para todo tipo de lámpara. En la reactancia, cada fabricante incluye el valor del factor de potencia y el condensador necesario para corregirlo.
En general, las características de los balastos son:
Existen dos grandes grupos diferenciados de balastos para las lámparas de descarga:
El balasto electromagnético esta formado por un núcleo de laminas de acero rodeadas por dos bobinas de cobre o aluminio que transforma la potencia eléctrica en una corriente apropiada para el arranque y regulación de esta y un condensador que mejora el factor de potencia.
En este caso el balasto está formado por una inductancia lineal en serie con la lámpara, en paralelo con la inductancia se conecta un arrancador, cuya función será proveer la tensión correcta para el encendido. En estos casos es necesario colocar un condensador en paralelo para aumentar el factor de potencia.
Cuando la tensión de red es inferior a 230V es necesario elevar la tensión para conseguir el encendido, para ello se conecta una reactancia autotransformadora como la que se muestra en la figura. Además regula la intensidad que circula por la lámpara mediante el circuito secundario.
Igual que en el balasto de choque es necesaria la instalación de un condensador para aumentar el factor de potencia.
Los balastos autoreguladores son muy parecidos a los autotransformadores. Están compuestos por un autotransformador y un condensador en serie.
Este tipo de balasto regula la potencia de la lámpara respecto a las variaciones de tensión de red, pero por el contrario tiene un gran tamaño, grandes pérdidas.
Estas reactancias necesitan un cebador (arrancador para lámparas fluorescentes) para encender la lámpara.
Como su nombre indica, este tipo de reactancias no necesita cebadores para el encendido de la lámpara. Sino que proporcionan un precalentamiento de los cátodos por otro tipo de sistema.
Las reactancias de arranque instantáneo proporcionan una elevada tensión entre los extremos de la lámpara para que no sea necesario un calentamiento previo de los cátodos de la lámpara. La tensión de encendido la puede suministrar una reactancia de choque o una reactancia autotransformadora.
Los balastos electrónicos tienen el mismo principio de funcionamiento que los electromagnéticos en cuanto a la limitación de corriente, pero trabajan a frecuencias superiores a los 20kHZ.
Los balastos electrónicos se utilizan para lámparas fluorescentes, halogenuros metálicos y vapor de sodio a alta presión hasta 150W.
En la Imagen 5 se muestra un ejemplo de funcionamiento de balastos electrónicos en lámparas fluorescentes.
Ventajas de los balastos electrónicos respecto a los electromagnéticos:
El generador HF para lámparas de inducción proporciona la señal de alta frecuencia a la antena de la lámpara para inciar y mantener la descarga del gas.
Los arrancadores o ignitores, se encargan de proporcionar la tensión requerida por la lámpara en el momento del encendido cuando necesitan una tensión muy superior a la de la red
Las lámparas de descarga que necesitan estos equipos son las lámparas de vapor de mercurio con halogenuros metálicos y las lámparas de vapor de sodio de alta y baja presión.
Su funcionamiento es el siguiente: el arrancador obtiene la tensión necesaria mediante la descarga del condensador en el primario de un transformador elevador. En el núcleo del transformador un flujo magnético induce en el secundario la tensión que necesita la lámpara.
También llamado de superposición o independientes de la reactancia. El arrancador incorpora un transformador elevador de la tensión de impulso que funciona independientemente de la reactancia:
También llamado arrancador dependiente de la reactancia, tipo impulser o tres hilos. Los arrancadores semiparelelo utilizan la reactancia como transformador elevador. La reactancia debe llevar una toma intermedia para soportar las tensiones de pico.
También llamado arrancador de dos hilos. Son arrancadores que no dependen de la reactancia ni tiene transformador de impulsos.
Se puede llegar a alcanzar entre 600Vy 1200V.
Los cebadores son arrancadores utilizados para el encendido de lámparas fluorescentes.
Esta compuesto por una ampolla de vidrio rellena de argón a baja presión y en el interior de la cual están los electrodos. Uno de ellos es una lámina bimetálica con diferente coeficiente de dilatación, lo que provoca una deformación del electrodo cuando hay un aumento de la temperatura, de manera que se establece una conexión entre las láminas que cierran el circuito y permiten el paso de la corriente por los electrodos. Los electrodos emitirán electrones y al enfriarse las laminas, estas se separaran para abrir otra vez el circuito y permitiendo al balasto lanzar el impulso para crear la descarga del arco y así el funcionamiento de la lámpara.
En paralelo con los electrones se conecta un condensador encargado de eliminar las interferencias que se producen al entrar contacto los electrodos.
Los cebadores por efluvios y cebadores de seguridad son dos tipos de cebadores utilizados en las lámparas fluorescentes. La gran diferencia que existe entre estos dos tipos de cebadores consiste en que el cebador de seguridad dispone de un dispositivo de seguridad que desconecta el cebador en caso de fallo en el encendido de la lámpara.
Los arrancadores de encendido en caliente o instantáneo permiten encender la lámpara en cualquier momento, incluso inmediatamente después de su apagado. Los impulsos de tensión que deben proporcionar son de hasta 60kV. Por esta razón son arrancadores poco comunes y requieren un cuidado especial en la instalación.
Los arrancadores temporizados son dispositivos que interrumpen su funcionamiento para que no se produzcan efectos molestos en la vista, ni perturbaciones radioeléctricas. Están compuestos por un dispositivo interno que fija el tiempo de producción de impulsos y desactiva el funcionamiento del mismo transcurrido ese tiempo.
La tensión que se debe aplicar a los módulos LED varía, como se ha comentado anteriormente. Además es un factor determinante para estabilizar la tensión de salida y mantener constante la potencia y la intensidad y así se garantiza el buen funcionamiento y larga vida de los módulo.
Actualmente existen en el mercado gran variedad de equipos auxiliares para LEDs, pero al ser tan configurables, cada fabricante se especializa en el equipo auxiliar para su módulo LED.